
El sàbado pasado salí a Huanchaco con La Nena y algunos amigos; fuimos al nuevo local de La Flaca, en donde se recitaron poesìas y tocò mùsica mìstica un dueto de percusión y caña, un grupo con zampoñas, tambor, percusión, guitarra y otros instrumentos…
Con las velas dispuestas por toda la habitación, emergía apenas una llama de luz ámbar tenue, el humo de los cigarrillos y las neuras pintadas en las paredes me hacían sentir como perdida en la ciénega – con rayos y centellas multicolor, si a todo ello se le agrega que además, había una disco mirror ball y unas cuantas luces de colores regadas estratègicamente-. Una mujer de blanco bailaba poseída, su corazón latía al golpe de la percusión y de sus entrañas nacía un melódico alarido de mujer de luna. Era un lugar particular por su onírica decoración y acogedora gente y música. Al salir, porque aunque el ambiente era interesante, nada en exceso es bueno, fuimos hasta el muelle –qué delicia!-. Me acodé en la baranda, húmeda de mar: en el cielo luna llena, y en el suelo ella misma daba vida a cardúmenes de peces fosforescentes que paseaban como urgidos de un lugar para otro. Pequeñas crestas se alzaban para saludarnos con su “Re” marino, y ya en la orilla, desanudar su enmarañado cabello. Palabras van y vienen, alguna conversación banal. En mí, siempre algo más.
Mi noche se extendería hasta que el encantamiento de mi hada madre se diluya en los albores de la madrugada. Aún había tiempo. Nos dirigimos a una disco de ambiente; sí. Digamos ambiente gay, bi, ac, pa, moderno y todas las innumerables opciones sexuales inventadas y sin inventar, que abarcan acertijos de la no identificación de jóvenes desconcertados, locas desconcertantes y otros especies y misterios sin resolver. Un tanto desconcertada y novedosamente informada de la vida nocturna Trujillana hasta ahora desconocida para mí, partimos hacia un lugar habitual. Esta vez más huyendo del bajo electrónico ad infinitum que mecanizaba cada movimiento gay (ad infinitum), que en busca de más aventura.
Cansada. Sentada. La música me gusta, pero algo sobra / algo falta. Añoro la brisa fresca del muelle, por un segundo al mirar al cielo, siento la misma paz que sentí al mirar a la luna horas antes. Quiero ir a casa. Me dicen que el encantamiento se romperá aún en un rato. Yo insisto en quedarme un momento más por La Nena y otros. No quiero aguarle el baile a nadie. No vaya a ser que un príncipe negro, emerja de la oscuridad de la pista de baile. Tampoco quería aguarle el romance a nadie. Quien sabe. En fin. Ya de regreso (sin príncipes), y en la intimidad de mi alcoba, lo siguiente: saberme hacedora de mis encantos, luz de mis lunas, luna de mis noches, niña en mis juegos, múltiples mujeres, y sobre todo dueña de una novísima madurez.
Mi noche se extendería hasta que el encantamiento de mi hada madre se diluya en los albores de la madrugada. Aún había tiempo. Nos dirigimos a una disco de ambiente; sí. Digamos ambiente gay, bi, ac, pa, moderno y todas las innumerables opciones sexuales inventadas y sin inventar, que abarcan acertijos de la no identificación de jóvenes desconcertados, locas desconcertantes y otros especies y misterios sin resolver. Un tanto desconcertada y novedosamente informada de la vida nocturna Trujillana hasta ahora desconocida para mí, partimos hacia un lugar habitual. Esta vez más huyendo del bajo electrónico ad infinitum que mecanizaba cada movimiento gay (ad infinitum), que en busca de más aventura.
Cansada. Sentada. La música me gusta, pero algo sobra / algo falta. Añoro la brisa fresca del muelle, por un segundo al mirar al cielo, siento la misma paz que sentí al mirar a la luna horas antes. Quiero ir a casa. Me dicen que el encantamiento se romperá aún en un rato. Yo insisto en quedarme un momento más por La Nena y otros. No quiero aguarle el baile a nadie. No vaya a ser que un príncipe negro, emerja de la oscuridad de la pista de baile. Tampoco quería aguarle el romance a nadie. Quien sabe. En fin. Ya de regreso (sin príncipes), y en la intimidad de mi alcoba, lo siguiente: saberme hacedora de mis encantos, luz de mis lunas, luna de mis noches, niña en mis juegos, múltiples mujeres, y sobre todo dueña de una novísima madurez.
4 Comments:
Acompañarte me mostró un mundo diferente. Me quedo junto a vos en el muelle hùmedo. Mientras amanece.
Un beso.
Que belleza mi Nana.
Sos un solcito para mi alma, tus textos son naturalmente bellos.
Como te extrañaba!! sos mi cable a la belleza.
Pd. Aniuska por aca, me sigue los pasos, juguemos a las encondidas. :)
Nena te voy a linkear sipi
Buena semana
Nana te quedaste atrapada en mil lunas.
:) Buena semana.
El Universo conspira y si uno ayuda se crea la UNIDAD... eres participe de la Identificacion desde tu mente... a tus escritos... y ahora en los hechos :::::::::::::
:::::::::::::: Abel
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