El Regreso

Han sido casi dos meses de aislamiento.
El bastidor ha estado en blanco por algún tiempo, pero es hora de volver, a la mala debo admitir, pero escribir al fin, pues las palabras me flotan enrededor y son como un antojo que no se va hasta saciarlo: debo expulsarlas. De eso se trata, matar el gusanillo que no nos deja en paz hasta sentarnos frente al ordenador y teclear sin respiro.
Porque en medio de una caminata, ¡la mar de ideas que nos vienen!y ¡diablos! qué necesidad hacerlas tinta.
Nana no se siente la misma, piensa que se ha acotidianizado un poco, perdido un poco de ángel. Lo cierto es que ha estado sumida en laburos de 8 horas y eso ha la alejado un poco de todas las mujeres que la habitan, tal vez para crear una nueva o para acostumbrarse a ella.
No me explico bien lo que sucede, pero hasta que sea claro como el mirar de un niño, debo sencillamente ser, aunque ello signifique desconfigurar lo que había sido hasta ahora una línea más o menos uniforme de escritura.
Este regreso coincide con algún proceso viral, patológico y emocional (este último, contrariamente a lo pensado, no se relaciona con los primeros), inéditos en mi vida. Nada es mera coincidencia.
En fin, querido (a ti que me comentas o que sólo me ves)
Todo esto significa
que he vuelto.
Labels: Metamorfoseando- El Reflejo
3 Comments:
Profesora Knesovich, me da gusto que haya regresado. Quiero que me enseñe.
cada vez m�s interesantes tus mon�logos, son evocadores y evidencian tu pasi�n por la literatura... evidencian tu intensa actividad sensorial... eres una esponjita, podr�as hacer literatura de cualquier detalle
Me cautiva cada vez más ese personaje incógnito y sensitivo: Nana.
Post a Comment
<< Home